El cloro es un fuerte agente oxidante que se utiliza para purificar el agua y que cumple la función de desinfectante. Sus propiedades oxidantes pueden dañar las fibras del
cabello natural, lo debilita formando pequeños "aglomerados" de proteínas que salen a través de la cutícula, dejándolo sin protección. La sal pertenece al grupo de compuestos inorgánicos que tiene la capacidad de capturar el agua que se encuentra a su alrededor, provocando la deshidratación del cabello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario